martes, 21 de diciembre de 2010

Prólogo

Otra puerta, ¿Me llevará a otro pasillo? no lo sé, pero estoy harta ya, cada vez que presiento que me acerco a la fuente del sonido, puff, otro pasillo aparece de la nada, esto es inacabable.

No sé donde me encuentro, creo que salí de mi casa como todos los días y me guié por mi instinto, al final, acabé aquí, más perdida que un chipancé en la ciudad.

Pero, ésta melodía, es como si yo la hubiera escuchado alguna vez, en mis subconsciente o, cuando era muy pequeña, es extraña creo, no; estoy segura de que es una guitarra, oigo la música lejana pero tengo la sensación de que me envuelve, me atrae y me seduce; cada vez me parece más atractiva, por no decirte que me excita, creo que no es para tanto.

Llevo horas, o eso creo, suelo perder la noción del tiempo la verdad, estoy exhausta, necesito descansar pero estoy ansiosa por encontrar a la persona que puede hacer fluir las notas por el espacio hasta que, casualmente; lleguen a mí.

Me paro,resoplo y me concentro; cierro los ojos ¡Yalo sé! Lo he encontrado ahora sí que estoy segura, tengo no, más bien debo correr más deprisa¡Sí! me estoy acercando lo voy a conseguir ¡No! justo ahora se tienen que apagar las luces, las habrán apagado, creo que no, éste lugar parece desolado, seguramente se habrán saltado las palancas; ¡Qué mala suerte! ahora que estoy tan cerca.

No me importa, estoy decidida a averiguar esto; creo que proviene de esa puerta, la verdad digo la puerta porque no sé si me encontraré una habitación, un patio, otro pasillo... Tengo miedo, no consigo imaginar lo que me voy a encontrar justo detrás de ahí.

Debo ser valiente y afrontar los obstáculos, me acerco lenta y sigilosamente hacia la puerta paso, paso, paso, mi corazón late frenético y desbocado como un caballo al que lleva el diablo, otro paso, oigo maullar, buff un gato supongo, concéntrate Emma. Roto el manillar y deslizo mi cuerpo hacia el interior de a saber qué.
-Vaya, si que has tardado- dijo el extraño chico.
-¿Quién eres?-contesté yo entre el sentimiento de curiosidad y el pavor.
-Ser, soy yo, lo más importante es que yo sé quién eres tu, querida Emma-Torció la comisura de sus labios dejándome ver unos dientes perfectos.
-¿Cómo sabes mi nombre?- Nada más que hago preguntas, me siento aturdida y me tiemblan las manos, temo desmoronarme en el suelo del miedo pero no puedo mover un sólo músculo, si lo hago me caigo como un peso muerto.
-No te preocupes, no temas, puedes estar tranquila; es más¿Por qué no te sientas aquí, a mi lado?- Su mirada parecía devorarme, mi pecho se oprime poco a poco como si una fiera garra me sujetase cada vez con más saña.
-No te quedarás ahí para siempre¿No?- su sonrisa es maliciosa, como si supiera lo que pasa por mi mente y deparase el estar ahí en es preciso instante tan oportuno.

Entonces se levantó, es alto, musculoso, seguramente a causa e algún deporte, atractivo, muy atractivo, sus rasgos rectos como pulidos en mármol e hielo son perfectos o eso se me asemeja a mí; se sigue acercando con un andar elegante, extiende el brazo para sujetarme, en ese momento despierto debido al despertador.

No hay comentarios:

Publicar un comentario