domingo, 26 de febrero de 2012

Frío y calor

Todo comenzó como una simple prueba pero, a medida que tu boca recorría mi delicado cuello, mi respiración se agitaba y mi cuerpo se tensaba arqueándose de placer.

La sangre se agolpaba en mi cabeza y notaba como me ruborizaba; tú, como si nada, me levantabas en volandas y me acoplabas a tu cuerpo como si nos hubieran cortado con el mismo patrón.

El tiempo pasaba y yo no me daba cuenta, cada movimiento, cada leve respiración... parecía calculada. Lo único que podía hacer yo era seguirte el juego y gemir, no parar de gemir entre las sombras de la noche.

sábado, 18 de febrero de 2012

Lágrimas de sal.

Una lágrima por amor, otra llena de dolor, dos por un recuerdo hermoso, varias por el tiempo desperdiciado.

Diez gracias a una chispa de alegría y cinco por melancolía; no sé cuantas derramaré cuando mi corazón se desgarre y mis manos acaricien los petalos de una flor como si en ello, la vida se me fuera.

martes, 14 de febrero de 2012

San Valentín, un día un tanto agridulce.

Si esto sale bien, tú estarás leyendo esto en la guagua para ir a tu casa, o donde esperas a cogerla.

La verdad, es que no estoy bien, ¿ Sabes?...La verdad es que soy un envidioso...¿Sabes? La verdad es que no tengo personalidad fundada,¿ Sabes?...La verdad...la verdad es que creo que no valgo para esto, estaría mejor desaparecido o simplemente, mejor no haber existido ¿ Sabes? Y bueno, si antes estaba mal, hoy es un día el cual el mundo se me ha venido encima.

Ayer, con motivo de este día, fui a comprar té al super. Encontré té negro, té rojo, té blanco, té verde... pero seamos realistas, no lo encontré y no lo encontraré, más que nada porque para alguien como yo es algo imposible.

El té que estaba buscando; uno que se llama: TE QUIERO, pero... bueh, es imposible. Eso es simplemente lo que me pasa. Me hubiera encantado poder regalarte uno este día, pero no lo he encontrado, así que he hecho algo parecido, con el mismo significado, pero con diferente orma, esta carta.

Y recuerda que mantengo mi posición: Bajaré hasta el infierno por ti si hiciera falta.

Y, si no me equivoco, tras diez lecturas casi sin respirar; pallpitó mi corazón de manera tan irracional que pensé que se me escaparía con un suspiro y se marcharía. Ese fue el primer momento en el cual, me di cuenta de que lo amaba.